¿Por qué venir al Monte Saint Michel cuando la temporada turística está en pleno apogeo? Es mucho más agradable disfrutar de unos momentos de calma, fuera de todo el ajetreo y el bullicio.
Desde el amanecer hasta la medianoche, la joya tiene mucha magia por ofrecer. A lo largo del día, el sol juega con las nubes y los reflejos de la bahía para crear paisajes que cambian de manera constante. El fenómeno se intensifica al amanecer y al atardecer creando fantásticas variaciones de rosa y naranja. Por lo tanto, la visita para los conocedores comienza al final de la tarde y continúa hasta el atardecer. (Consejo: la vista es aún más hermosa desde la Torre Gabriel y la muralla norte, o en la explanada de la abadía)
Así que, disfrutemos del encanto de este monumento, con toda tranquilidad, durante los siguientes períodos:
- Por la mañana antes de las 10 a.m. y por la tarde después de las 5 p.m. : Los días en el Monte Saint-Michel están llenos de cosas por hacer. Sin embargo, los noctámbulos tienen el privilegio de apreciar otra faceta del Monte Saint-Michel.
¡Como un aura misteriosa y mística digna de los pasillos de Hogswarts! ¡Los fanáticos de la espiritualidad y la curación estarán encantados de ver la aldea vacía con un simple movimiento de una varita mágica!
(Tenga en cuenta que en invierno la abadía está abierta hasta las 6 p.m., la última entrada es 1 hora antes).
- También en invierno (¡especialmente en enero!), el Monte recibe pocos visitantes. Sin embargo, es durante este período cuando el cielo ofrece sus colores más hermosos, realzando aún más la belleza del lugar… Entre el amanecer y el atardecer, el Monte Saint-Michel ofrece mil y una razones para visitarlo en esa temporada.
Visitas al pueblo y travesías privadas
El pueblo a través de los ojos del guía
Las visitas guiadas ofrecen la oportunidad de comprender mejor toda la historia medieval del monumento y conocer sus rincones escondidos. La visita se suele realizar en grupo, pero los guías pueden, previa reserva, revelar todos los secretos del pueblo y la abadía, a través de una visita privada.
Cruce la bahía a su propio ritmo
Nuestra bahía es fabulosa pero esconde muchos peligros, ¡no se aventure por sí solo! El mar puede rodearnos muy rápidamente sin que nos demos cuenta. Por esto, los guías en la bahía proponen realizar travesías por la bahía privadas o en grupos, con total seguridad.
Apreciar la espiritualidad del lugar.
Dos comunidades de monjas y monjes de las Fraternidades Monásticas de Jerusalén garantizan la oración diaria (servicios, misa) y recepción monástica, dentro de la abadía del Monte Saint-Michel. Las oficinas están abiertas a todos para que puedan asistir a las diferentes misas.
Retiro espiritual
La casa Saint-Abraham les puede acoger para vivir un tiempo de oración al ritmo de los hermanos y hermanas de las Fraternidades Monásticas de Jerusalén. Los retiros tienen una duración máxima de 5 días y pueden ser compartidos individualmente o en familia/grupo. En la agenda: Todos asisten a los servicios y comparten la mesa con los hermanos o hermanas.