Es un placer pasear por los mercados de la bahía y conocer a los productores y artesanos locales.
Vale la pena descubrir a nuestros artesanos y productores, intercambiar con ellos y degustar sus productos locales. Descubrirá el savoir-vivre normando, donde la convivencia rima con las especialidades locales y el saber hacer de nuestro artesanos.
Hay muchos productos en los pasillos de los mercados. Es el momento adecuado para llevarse los manjares y productos típicos de la zona.
Los mercados de la bahía
- Lunes: Saint-James, Juvigny-les-Vallées
- Martes: Ducey-les-Chéris, Sourdeval
- Miércoles: Saint-Hilaire-du-Harcouët, Pontorson
- Jueves: Avranches (sólo comida), Saint-Pois, Ger, Le Teilleul
- Viernes: Brécey, Sartilly-Baie-Bocage,
- Sábado : Avranches, Mortain-Bocage
- Domingo: Barenton, Saint-Jean-le-Thomas (sólo en julio-agosto)
Los productos estrella de nuestro destino:
Elementos autóctonos:
- Las verduras de los pólderes,
- El cordero de pradera salada, el andouille,
- Sidras y peras de nuestras sidrerías,
- Mejillones y ostras de la bahía,
- Miel, caramelo, mermeladas y galletas,
- Mantequilla, queso, crema fresca (y sus variaciones en el queso)
- ¡Y no olvidemos el famoso teurgoule!
Artesanía:
- Cerámica
- Joyería
- Jerséis marineros
¡Luego, una vez en casa, preparo une buena comida normanda con R’cettes bin d’ché nous !
El mercado de Saint-Hilaire-du-Harcouët :
El mercado más hermoso de nuestra región tiene lugar todos los miércoles en esta comuna denominada Station Verte y Famille Plus.
Sorprendamos nuestros cinco sentidos mientras paseamos por el mercado…
Imposible no sentirse atraído por los deliciosos olores a salchicha asada que perfuman el mercado de Saint-Hilaire-du-Harcouët. Esta versión normanda del ” hot dog ” es una visita obligada sin importar la hora a la que llegue al mercado.
La galette de salchicha despierta todos los sentidos:
- El oído, cuando la masa se extiende sobre el molde para galette caliente y crepita mientras se hornea; mientras la salchicha a su lado chisporrotea en la parrilla.
- El olfato se activa con todas las promesas gustativas que despide el humo de este bocadillo.
- La vista de esta salchicha que de repente se esconde, envolviéndose en la galette.
- El tacto, cuando la galette de salchicha llega a sus manos muy caliente y busca evitar que sus palmas se quemen por el calor.
- Y finalmente, el incomparable sabor a través del gusto que solo tiene la comida de la calle.
Ya sea que sea con ketchup o mostaza, ¡no se vaya de nuestros mercados locales sin probarlo!