Las vistas más hermosas ... lejos de las multitudes.

Dé un paso atrás para admirar el Monte Saint-Michel y su bahía, para maravillarse con nuestros increíbles paisajes, ante panoramas excepcionales: esa es toda la magia de nuestros montjoies y miradores.

Los Montjoies: mire el monte desde lejos

Literalmente, estos montjoies que encontramos en el destino Monte Saint-Michel – Normandía son montones de piedras altas que brindan una sensación de alegría. ¿Pero para que servían? ¿Qué tienen de especial estos montones de rocas?

Por los caminos de Saint-Michel

Desde los orígenes de las peregrinaciones al monte Saint-Michel, existían caminos que atravesaban el país y nuestra región. Estos peregrinos podían llegar de lejos y encontrar a monjes en el camino. Cumbres, cerros, alturas, desde donde por fin podíamos ver nuestro objetivo: el Monte Saint-Michel, reposando sobre su bahía. Entonces, la alegría del peregrino era inmensa, y así surgió el término montjoie («alegría por el monte»).

De Mortain-Bocage a Saint-James

Montjoie-Saint-Martin o incluso Saint-Michel-de-Montjoie. Estas dos comunas ya están muy cerca. Este es el punto de llegada de los peregrinos, al igual que las alturas de Mortain-Bocage, desde aquí, la vista de la bahía es completa y, en un día sin nubes, se puede ver el Monte Saint-Michel a lo lejos.

Panoramas y miradores

Ya sea natural o construido, junto al mar o tierra adentro, numerosos puntos de observación marcan nuestro destino. Para ofrecernos las vistas más hermosas de esta bahía única en el mundo.

Formados por la naturaleza…

La naturaleza nos ofrece sus espectáculos más bellos, desde sus alturas: junto al mar, en los peñascos de la Pointe du Grouin o la playa del Bec d’Andaine, hacia el interior, en la mesa de orientación de Mesnil-Ozenne o en Juvigny-les-Vallées, o incluso, en nuestras montañas, para descubrir la Fosse-Arthour.

O por la mano del hombre.

Pero el hombre no se queda atrás. La Bahía también representa un pasado y una historia que el hombre ha escrito a lo largo de los años, siglos, con muchos puestos de observación en nuestros paisajes. Luego podemos subir al punto más alto de la mazmorra de Avranches, para contemplar el casco antiguo, subir los escalones del mirador de Chaulieu o saborear la calma y la serenidad del mirador del Osario militar alemán de Huisnes-sur-Mer.